Sinopsis: En las ruinas de un lugar una vez conocido como Norteamérica se encuentra la nación de Panem, un brillante capitolio rodeado por doce distritos aislados. El Capitolio es duro y cruel y mantiene sometidos a los distritos forzándolos a todos a enviar a un chico y a una chica de entre doce y dieciocho años para participar en los anuales Juegos del Hambre, una lucha a muerte televisada en vivo.
Katniss Everdeen, de dieciséis años, considera una sentencia de muerte cuando se ofrece para ocupar el lugar de su hermana en los Juegos. Pero Katniss ya ha estado antes a punto de morir, y la supervivencia es su segunda naturaleza. Sin realmente quererlo, se convierte en un adversario. Pero si quiere ganar, deberá comenzar a tomas decisiones que pongan la supervivencia por encima de la humanidad y la vida por encima del amor.
Opinión personal: Adictivo. La característica más significativa de Los Juegos del Hambre es que la autora utiliza la técnica de dejar al lector en tensión hasta la última página. Es básicamente imposible parar de leer. Mediante el narrador interno y además protagonista (en este caso, Katniss, que narra la historia en primera persona), la autora consigue implicar al lector en la obra, a lo que contribuye el tiempo presente, que crea en el lector una sensación de instantaneidad. Leer Los Juegos del Hambre implica vivir Los Juegos del Hambre.
¿La historia? Un futuro hipotético (como tantos otros) en el que se resalta la barbarie de la que es capaz el ser humano. Lo que una vez fue Estados Unidos se ha convertido en Panem, un país dividido en doce distritos y gobernado de manera cruel y desentendida por un Capitolio, presidido por el malo malísimo de la historia: el Presidente Snow. Cada año, un chico y una chica de entre doce y dieciocho años de cada distrito son llevados al Capitolio para competir en los Juegos del Hambre, una lucha muerte televisada en la que sólo sobrevive uno. Todo es relatado desde el punto de vista de una adolescente, lo que implica un estilo informal al escribir. Se trata, por tanto, de un libro fácil de leer, con una trama dinámica y unos personajes tipo fácilmente reconocibles.
Tenemos a la protagonista, Katniss Everdeen, una joven fuerte, valiente y hermosa, sólo que ella no es consciente de ello. Tenemos a Peeta Mellark, el chico enamorado de ella desde siempre y para siempre con un corazón de oro y una gran cantidad de carisma, que luchará para protegerla. Y tenemos a Gale, el otro chico enamorado de ella, esta vez el mejor amigo, que la esperará en el Distrito 12. Así que, como buen ejemplo de literatura juvenil, Los Juegos del Hambre cuenta con un triángulo amoroso, aunque ante la fatalidad de los hechos que suceden alrededor de la protagonista, la trágica historia de amor pierde bastante peso en favor de las muertes, las insurrecciones, las injusticias y ese sentimiento de frustración e impotencia que acompaña a Katniss durante su preparación para los juegos, además de la imperiosa necesidad de sobrevivir, que prima sobre todo lo demás.
Los Juegos del Hambre es otro ejemplo más de lo que podría pasar con la humanidad en el futuro. Se trata de una distopía en la que la oligarquía se ha hecho fuerte y predomina sobre todo. En la que las demostraciones de poder son a costa de las vidas de los jóvenes menos afortunados.
Sin embargo, no es algo que la autora, Suzanne Collins, haya ideado por sí sola. La literatura actual está repleta de ejemplos de distopías, aunque son algo que está patente desde hace mucho tiempo, que Orwell y Huxley ya desarrollaron en sus novelas 1984 y Un mundo feliz respectivamente.
A pesar de todo, la idea de los Juegos en sí es de lo más original que he leído, y por eso creo que vale la pena leerlo de verdad.
He de decir que yo lo leí en inglés, así que no sé cómo será la traducción al español porque ni los he tocado. Deduzco por la gran aceptación que tienen los libros que no debe ser muy mala, pero nunca se sabe.
En definitiva, Los Juegos del Hambre es un libro fantástico para aquellos que disfruten con la tensión constante, el suspense, la ciencia ficción y la acción.
"Felices juegos del hambre, y que la suerte esté siempre de vuestra parte".
Puntuación: 9
Los juegos del hambre también me engancharon a mí, al igual que En llamas, le daba la vuelta a la página y no me podía creer que se hubiera acabado ya. Estoy esperando a hacerme con Sinsajo.
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