domingo, 14 de septiembre de 2014

Reseña | El nombre del viento, de Patrick Rothfuss

Título: El nombre del viento
Título original: The Name of the Wind
Autor: Patrick Rothfuss
Editorial: Plaza y Janés Editores
Idioma original: Inglés
País: Estados Unidos
Año de publicación: 2011
ISBN: 9788401337208
Páginas: 880
Saga: Crónica del asesino de reyes (Primer día); The Kingkiller Chronicle (Day One)
Encuadernación: Rústica
Género: Fantasía. Aventuras.
Sinopsis: Me llamo Kvothe, que se pronuncia ‘cuouz’. Los nombres son importantes porque dicen mucho sobre la persona. He tenido más nombres de los que nadie merece. Los Adem me llaman Maedre. Que, según como se pronuncie, puede significar la Llama, el Trueno o el Árbol Partido. Mi primer mentor me llamaba E’lir porque yo era listo y lo sabía. Mi primera amante me llamaba Dulator porque le gustaba cómo sonaba. Me han llamado Kvothe el Sin Sangre, Kvothe el Arcano y Kvothe el Asesino de Reyes. Todos esos nombres me los he ganado. Los he comprado y he pagado por ellos. Pero crecí siendo Kvothe. Una vez mi padre me dijo que significaba ‘saber’. He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos. Quizá hayas oído hablar de mí.


Todo el mundo me decía que El nombre del viento era increíble, maravilloso, épico, impresionante. Tanto blogueros como lectores habituales y hasta gente que conozco y que no suele leer lo habían puesto por las nubes. Faltaban adjetivos para alabar a esta novela. Y hace mucho, mucho tiempo, comencé a leerla en español, pero al poco me aburrí y lo dejé apartado en la estantería, extrañada porque a todo el mundo le pareciera tan guay, pues a mí me parecia bastante tediosa. Pero claro, no podía ser que todos estuvieran equivocados menos yo, así que este verano me propuse darle otra oportunidad, esta vez en inglés.

Y, en cuanto abrí el libro por la primera página, sucedió la magia. 

Los primero párrafos me atraparon sin remedio. Porque, ahora que le prestaba la atención merecida, me daba cuenta de lo maravillosamente bien escrita que está esta novela. Madre mía, qué prosa. Hacía mucho tiempo que no leía algo de fantasía (o de no fantasía, para el caso) tan bien narrado. La pluma de Patrick Rothfuss te absorbe, porque es meditativa y pausada, pero no es lenta. Es algo impresionante. De verdad. Hay que leerlo para poder entender lo sublime que es.

En cuanto a la historia, es imposible hacer un resumen decente. De hecho, la sinopsis que viene en el libro físico es un extracto de la narración. Patrick Rothfuss nos descubre un mundo completamente nuevo, creado desde cero, con sus propias leyendas, misterios e historias. La trama es, pues, enrevesada, y tan compleja que es imposible resumirla. Podría decir algo así como que 'Kote se hace pasar por un posadero, aunque en realidad es Kvothe, aquel del que hablan las leyendas, y después de que un escribano le reconozca decide contarle su historia', y, aunque es eso de lo que va el libro, no consigue resumirlo ni por asomo.

A pesar de que el mundo de Kvothe no nos es familiar, pues es inventado en su totalidad, poco a poco el autor nos va introduciendo en él, añadiendo sutilmente pequeños detalles. Sin apenas darme cuenta, cuando iba más o menos por la mitad del libro, mi mente ya se movía con comodidad por el mapa ficticio de la trama, y ya conocía lo más básico de su historia y mitología para que la narración tuviera coherencia. Y he de decir que es un lugar fascinante, repleto de misterios, de leyendas y de gentes diversas. Tiene lenguajes propios, fronteras, reinos enfrentados, ciudades, aldeas... Lo tiene todo, y es sin duda un lugar que no me importaría visitar.

Los personajes son también maravillosos. En especial Kvothe, a quien conocemos desde que es un niño de once años. Kvothe es probablemente el personaje más complejo y fascinante que jamás he encontrado en una novela. Además, contamos con la ventaja de la narración retrospectiva y en primera persona. Es decir, conocemos al Kvothe adulto, y será él mismo quien nos contará la historia de cómo ha llegado allí. La empatía que he sentido con este personaje ha sido exagerada. He sufrido con él en Tarbean, he sentido sus victorias y fracasos como propios, me he enfadado con sus errores, he sonreído con sus alegrías y me ha hervido la sangre con las injusticias. En definitiva, a través de su narración he conseguido meterme de lleno en su historia, y la he vivido apasionadamente.

Una cosa que me ha resultado muy cómoda a la hora de leer es que los capítulos de El nombre del viento no son excesivamente largos. Un capítulo corto hace más amena la lectura, al contrario que uno largo, que, si no siempre, muchas veces la hace algo tediosa, porque parece que nunca se va a acabar. En general, El nombre del viento se me ha hecho corto, a pesar de que tiene más de ochocientas páginas, porque entre la corta longitud de los capítulos, la prosa que era un regalo del cielo y la historia que es más que apasionante, me lo he leído enterito sin darme ni cuenta. 

Vamos, que me ha encantado. Más que eso. El nombre del viento me ha parecido verdaderamente sublime. Se nota que Patrick Rothfuss se ha tomado su tiempo en hacer las cosas bien. Todo está cuidadísimo, maravillosamente hilado y perfectamente narrado. Vaya, que es una obra maestra. El nombre del viento me ha dejado con la boca abierta, los pelos de punta y el aliento contenido, y eso ni se consigue fácilmente ni se paga con nada. Me quito el sombrero ante Patrick Rothfuss, leeré encantada El temor de un hombre sabio y esperaré con ansia (estoy segura) la conclusión de la trilogía.

1 comentario:

  1. ¡Hola!

    Cuando hice la reseña de este libro, había leído un comentario que apuntaban a Rothfuss como el nuevo Tolkien y tuve que añadirlo a mi reseña porque, tal vez no se pueda comparar, pero no se puede negar que "Las crónicas del asesino de reyes" son impresionantes.

    Un saludo

    Inma

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