Dos velas para el diablo

Título: Dos velas para el diablo
Título original: Dos velas para el diablo
Autor: Laura Gallego García
Editorial: SM
Idioma original: español.
País: España.
Año de publicación: 2008
ISBN: 978-84-675-4117-5
Páginas: 414
Saga: Libro único. Sin continuación.
Género: Fantasía.
Encuadernación: Rústica.

Sinopsis: Cat es una adolescente que se ha pasado casi toda su vida viajando de un lado a otro con su padre. Cuando éste es asesinado, ella lo pierde prácticamente todo y jura que encontrará a quien lo hizo y se lo hará pagar. No será una búsqueda fácil, pero Cat no es una chica corriente. Su padre era un ángel, lo cual significa que sólo alguien con un poder semejante al suyo podría haberlo derrotado. Y Cat está dispuesta a pactar con los mismos demonios con tal de averiguar quién fue.

"Pues en Bulgaria dicen 'si pones una vela para Dios,

pon dos para el diablo'". 

Opinión personal: Tras el desafortunado asesinato de su padre, Cat está completamente sola en el mundo. Pero no está dispuesta a dejar el tema de la muerte de su padre sin zanjar, así que decide pedir ayuda. Pero no a alguien cualquiera, sino a los ángeles, ya que su padre era uno de ellos. Sin embargo, cuando los ángeles, sin escucharla siquiera, le dan la espalda, Cat no tiene más opción que aliarse con Angelo, un demonio con aspecto de adolescente, con el que vivirá la aventura de su vida y quizás de algo más.

No suelo rechazar nada que lleve la firma de Laura Gallego García. Es uno de mis principios. Y cuando este libro cayó en mis manos, no tardé ni un minuto en sumergirme en sus páginas. La sinopsis me resultó sumamente atractiva, y tenía verdaderas ganas de empezar a leer. Pero, muy a mi pesar, hasta muy, muy avanzada la historia el libro no terminó de atraparme del todo, y aún ahora que lo he terminado, me ha resultado, en parte, un poco decepcionante. Pero no me matéis aún, tengo una explicación.

Supongo que la razón de que la historia no terminara de llenarme fue el tono excesivamente coloquial de la obra. Me suelen gustar mucho los libros de caracter conversacional narrados en primera persona, pero esta vez, debido a la actitud de la protagonista, Cat (demasiado sobrada para mi gusto), no terminó de parecerme brillante.

¡Y tranquilos!, que la decepción tiene un motivo de peso, y no tiene absolutamente nada que ver con el libro (ni con Laura, que es la octava maravilla del mundo). Es sólo que, sinceramente, me esperaba que el desarrollo de la trama tomara otro rumbo, y me sentí un poco alicaída cuando no fue así. Un hecho concreto motivó mi decepción para con este libro, y los que lo habéis leído me entenderéis. Y para los que aún no han pasado la primera página de Dos velas para el diablo, tranquilos, podéis seguir leyendo esta reseña, que me abstendré que escribir el mayor spoiler de la historia.

De resto, y tal vez exceptuando lo perdida que me sentía al principio con tantos nombres diferentes de tantos ángeles y tantos demonios distintos, me ha parecido un libro muy interesante y entretenido, y lo más importante, sumamente original. De nuevo Laura Gallego nos demuestra que es una escritora excelente y que posee una imaginación desbordante (que ya quisiéramos muchos).

Dos velas para el diablo es un libro muy sencillo de leer, que no se hace pesado en ningún momento gracias a la prosa ágil y fluída de la autora. Es, a pesar de sus 414 páginas, una lectura ligera, sin florituras en la narración y muy entretenida.

¿Los personajes? Bueno, pues como he dicho, Cat no me ha gustado demasiado. Me parece que va muy de sobrada, es una bocazas y bastante inmadura y caprichosa. No obstante, su evolución a lo largo del libro, aunque sutil, me pareció acertada, y al terminar ya no es la misma Cat la que nos narra la historia, sino una Cat madura y consciente de su situación.

Angelo, sin embargo, me ha parecido un personaje fascinante. Un demonio con aspecto de adolescente recién levantado y aires de chico malo, tal vez con reminiscencias de Kirtash (de Memorias de Idhún), aunque es difícil decirlo siendo como es tan original. Seductor, atractivo y misterioso. ¿Qué más necesita un chico? ¿Y más aún, un demonio?

La relación que hay entre estos dos, tan peculiar, me resultó un poco (demasiado) frustrante. Si lo habéis leído, entenderéis por qué y si entra en vuestros planes sumergiros en Dos velas para el diablo, no tardaréis en saber exactamente de lo que hablo.

"Hoy día, ya nadie cree en los ángeles.

Sin embargo, hay gente que sí cree en los demonios.

Pero los ángeles existen y han existido siempre. 

¿Que cómo lo sé?

Porque mi padre era uno de ellos. 

El problema es que, cuando los ángeles te dan la espalda,

¿en quién puedes confiar?"

 

Dos velas para el diablo ha sido traducido al catalán, al italiano, al alemán y al francés. No está nada mal, y nunca está de más que la literatura española se conozca fuera de nuestro país.

Y sí, a pesar de mis decepciones y mis rollos personales (que son sólo cosas mías, de verdad, os prometo que el libro está genial), os recomiendo Dos velas para el diablo, que sé que os gustará.

Puntuación: 9