Ojos azules en Kabul

Título: Ojos azules en Kabul

Título original: Ojos azules en Kabul

Autor: Anabel Botella

Editorial: Plataforma Neo

Idioma original: Español

País: España

ISBN: 978-84-15750-62-8

Año de publicación: 2013

Páginas: 367

Saga: Libro único. Sin continuación. 

Género: Drama

Encuadernación: Rústica con solapas.

Sinopsis: A Saira nunca le ha gustado su aspecto. Es rubia, tiene los ojos azules y todos la llaman kharami, o lo que es lo mismo, bastarda. Vive en Afganistán con su hermana, su madre y su abuelo, y cree tener ocho años. Cuando Ramin -un hombre cruel y fiel seguidor de los talibanes- entra en su vida, la desgracia se cierne sobre su familia para siempre. 

Pero no todo está perdido para Saira. La pequeña logra viajar a Valencia gracias a las tropas españolas y crece envuelta en el cariño de su familia de acogida, aunque las pesadillas de su pasado no dejan de visitarla. Cuando Pablo le ofrezca la posibilidad de abrirse al amor, ¿conseguirá sanar las heridas de su niñez y empezar a ser feliz?

Opinión personal: Aunque Saira es afgana y vive en Kabul con su familia, lo cierto es que no es como los demás habitantes del lugar. Su piel no es morena, sino blanca, y su pelo no es oscuro, sino rubio. Pero lo que más llama la atención son sus ojos azules, tan diferentes a los de los demás afganos. Y aunque Saira solo tiene ocho años, ya sufre los maltratos de sus vecinos, que la llaman kharami, es decir, bastarda. Saira está marcada de por vida por su aspecto, y sabe desde ya que su vida no será nada fácil. Para colmo, y aunque las tropas extranjeras intentan ayudar, los talibanes se resisten a marcharse, y el entorno que rodea a la niña es de lo más desolador. Sin embargo, las cosas no se ponen feas de verdad hasta que Ramin, un hombre afgano al que su abuelo le debe dinero, entra en sus vidas para quedarse, y para imponer su voluntad en la humilde casa de Saira. 

Cogí este libro con muchas ganas de leerlo. Me habían hablado maravillas de él, y la sinopsis promete una historia estupenda y original, así que lo primero que pensé fue que me iba a encantar, como a todo el mundo. Es una lástima que no haya sido así. Y es que la única palabra que se me ocurre para describir Ojos azules en Kabul es (bueno, creo que ni siquiera es una palabra) "meh" (traduzco: ni fu ni fa).

Lo cierto es que, al principio, me pareció un libro genial. La autora, Anabel Botella, introduce al lector de lleno en Afganistán, donde las cosas son muy distintas a la realidad que nosotros estamos acostumbrados a vivir. Las injusticias, el machismo... Al leer me hervía la sangre, e intuyo que esa era precisamente la intención de la escritora. Desde la obligación de llevar burka hasta tener que aguantar malos tratos sin poder decir ni una palabra, Ojos azules en Kabul describe a la perfección la realidad de las mujeres de Afganistán, que no es ni por asomo agradable. En ese país, el machismo es el pan de cada día y la mujer no tiene ni voz ni voto para absolutamente nada, y en el libro eso queda muy bien reflejado a través de los tres personajes femeninos principales: Saira, su madre Bahar y su hermana Mariam. Lo que más me ha gustado de esta primera parte de la novela han sido los diferentes puntos de vista que se ofrecen a través de un mismo narrador, en especial el de Saira, que lo ve todo desde la inocente perspectiva de una niña de ocho años. Vamos, que la primera parte está muy bien y es muy interesante, porque da al lector la oportunidad de sumergirse en un mundo totalmente desconocido que le abre los ojos a una realidad diferente. Además, aunque no del todo, en algunos momentos he podido sentirme identificada con Saira y las demás mujeres. El caso es que este verano he hecho de extra en una película (El Niño, de Daniel Monzón, que será estrenada en breve) y, aunque no tuve que llevar burka, sí que tuve que vestir pantalón largo y manga larga y ponerme un hiyab a 40 grados a la sombra en un sitio donde, por desgracia, no había sombra. Ese día aprendí mucho sobre las mujeres que viven esta situación cada día, y Ojos azules en Kabul no ha hecho sino reafirmar mis sentimientos hacia este tipo de normas.

Sin embargo, la segunda parte de la novela, en la que Saira ya es una adolescente y vive en Valencia, España, no ha terminado de llegarme tanto. Así como fui capaz de implicarme al cien por cien con la historia en la primera mitad de Ojos azules en Kabul, no pude hacerlo al pasar el ecuador del libro. Quizás el contraste fue demasiado radical o quizás, una vez más, la autora se ha pasado de moderna (que no me refiero a ella, sino a muchos autores en general que hacen esto). No lo sé. Pero considero que a mí, personalmente, a la hora de leer un libro me sobra tanto Tuenti y tanto Messenger y tanta jerga juvenil artificial. Demasiadas letras de canciones y nombres de grupos. Demasiadas contracciones y abreviaturas raras en los mensajes (a ver, que los jóvenes no hacemos eso). Además, la referencia a Gossip Girl con lo de @QueenTwi me ha parecido, con perdón, patética. 

De todos modos, entiendo la intención de la autora a la hora de escribir la novela. Entiendo que lo que ha querido hacer es comparar lo que ocurre cuando se maltrata a una mujer en dos países tan diferentes como España y Afganistán. Entiendo que ha querido hacer un contraste entre las realidades de los dos países. Lo entiendo. Pero, no sé por qué, la parte de España no me termina de convencer. 

No obstante, la verdad es que me ha parecido un libro bastante entretenido y muy interesante y original, del que se pueden aprender muchas cosas. Así que, aunque no vaya a pasar a la historia por haber dejado una huella en mí (admitámoslo, es un libro normalito), lo recomiendo. 

Lo mejor: plasma a la perfección la dura realidad de las mujeres de Afganistán

Lo peor: Tuenti, Messenger, jerga artificial, etc.

Te gustará si... te gustan las historia reales, aunque sean duras.

Puntuación: 6