sábado, 5 de octubre de 2013

El Mago de Oz

Título: El Mago de Oz
Título original: The Wizard of Oz
Autor: L. Frank Baum
Editorial: Puffin (Penguin Young Readers)
Idioma original: Inglés
País: Estados Unidos
ISBN: 978-0-141-34173-6
Año de publicación: 1900
Páginas: 189
Saga: Libro único. Sin continuación.
Género: Fantasía. 
Encuardernación: Cartoné.
Sinopsis: Cuando un terrible ciclón asola Kansas y la casa de Dorothy es depositada en un extraño lugar, Dorothy se ve atrapada en el maravilloso mundo de Oz, habitado por criaturas fantásticas y repleto de sorpresas. Pero Dorothy no puede quedarse allí, no importa lo bonito que sea, pues si tía Em y su tío Henry la esperan en Kansas muy preocupados. Así que, con la ayuda del Espantapájaros, el Hombre de Hojalata y el León Cobarde, Dorothy se embarcará en una aventura inolvidable que les llevará a recorrer el camino de baldosas amarillas en dirección a la Ciudad Esmeralda, donde se encuentra el poderoso mago de Oz, el único que puede llevarla de vuelta a casa.

Opinión personal: Tras un terrible ciclón, Dorothy se encuentra lejos de su hogar, Kansas, en un lugar llamado Oz que, según dicen, está rodeado por un desierto imposible de atravesar. Los habitantes del lugar tratan muy bien a Dorothy, pues, al ser depositada por el ciclón, su casa ha aplastado a la Malvada Bruja del Este. Sin embargo, Dorothy sólo quiere volver a casa, y para ello debe recorrer el camino de baldosas amarillas hasta la Ciudad Esmeralda, situada en pleno centro de Oz. Por el camino, la niña conocerá al Espantapájaros, al Hombre de Hojalata y al León Cobarde, que decidirán acompañarla para intentar que el Mago de Oz cumpla también sus deseos: un cerebro, un corazón y valor, respectivamente. Así, los cuatro, además del perrito Totó, se embarcarán en una aventura llena de peligros y de cosas sorprendentes que les llevará a recorrer el maravilloso mundo de Oz. 
Siempre me ha gustado El Mago de Oz. Desde que era muy pequeña, la película, protagonizada por Judy Garland, me apasionaba. Y leí el libro en español hace mucho, mucho tiempo. Tanto que ya ni me acordaba de los detalles. Así que, hace muy poco, decidí leerlo de nuevo, pero esta vez en su idioma original. 
El Mago de Oz parece, a simple vista, un cuento para niños. Pero lo cierto es que no es así. Hace un par de años, en el instituto, encontré en mi libro de Economía un artículo sobre la novela que me dejó con la boca abierta y que me hizo mirarla con otros ojos. El caso es que, aunque disfrazada de cuento infantil, El Mago de Oz es, en realidad, una sátira política
Durante la última década del siglo XIX (el libro fue publicado en 1900), Estados Unidos pasaba por una crisis económica terrible. Los trabajadores estaban en el paro y no podían comprar comida, así que los campesinos tampoco obtenían dinero de ningún sitio. Vamos, una catástrofe con mayúsculas. El caso es que el candidato a la presidencia de ideología demócrata, William Jennings Bryan, propuso sustituir el patrón oro (metal con el que se acuñaban las monedas) por otro patrón, para que así la plata también sirviera para acuñar monedas. De este modo aumentaría la masa monetaria y todo se arreglaría. Pero el presidente McKinley y su gobierno de ideología republicana eran firmes defensores del patrón oro, por lo que surgió un debate político entre los dos candidatos.
En El Mago de Oz, el tornado transporta a Dorothy desde Kansas a Oz, y para volver a casa ha de ir a ver al Mago, que era el Gobierno republicano de McKinley. En su viaje le acompañan el León Cobarde (William Jennings Bryan, al que la prensa acusaba de ser un cobarde), el Espantapájaros sin cerebro (que representaba a los agricultores endeudados, considerados demasiado incultos como para entender la polémica del cambio de patrón) y el Hombre de Hojalata sin corazón (los trabajadores de la industria en paro). Para encontrar al Mago, Dorothy y sus amigos deben ir a la Ciudad Esmeralda (Washington D.C., del color verde de los billetes del dolar), que se encuentra al final de un camino de baldosas amarillas, color que hace referencia al patrón oro. Pero, cuando llegan, descubren que el Mago de Oz no puede ayudarles. Sin embargo, a pesar de todo, Dorothy consigue volver a casa ¡gracias a sus zapatos de plata! Obviamente, esto hace referencia al patrón bimetálico defendido por William Jennings Bryan, aunque en la película se cambiaron por zapatos de rubíes porque el color rojo resaltaba mucho más en pantalla. 
Como veis, El Mago de Oz no es sólo un cuento para niños, sino muchísimo más. En sus páginas encierra la historia de una crisis y de un debate político que, al final, quedó en nada, pues Bryan perdió las elecciones y se encontró una nueva mina de oro que acabó con el problema.
Has sido mucho más interesante leer El Mago de Oz ahora, sabiendo el contexto en el que fue escrito, que leerlo cuando era pequeña, momento en el que, para mí, El Mago de Oz no era más que un cuento infantil para leer antes de irme a dormir. Estaréis de acuerdo conmigo en que El Mago de Oz es una obra maestra que se ha ganado a pulso su puesto entre los clásicos más importantes de la literatura universal, y en que de verdad vale la pena leerlo. 
En cuanto al lenguaje, además de que no es un inglés lo que se dice actual (como ya he dicho, El Mago de Oz fue publicado en 1900, hace ya más de 100 años), la novela está escrita como si estuviera dirigida a un niño pequeño. Baum se encargó a conciencia de disfrazar su obra de cuento. Y aunque por este motivo a veces se hace un poco pesado, lo cierto es que también tiene su parte buena, porque es relativamente sencillo de leer
Y poco más tengo que decir. Todos conocemos la historia y a los personajes, así que no me voy a poner a hacer una descripción detallada. Aunque quizá debería decir que mi preferido, por encima de todos, es el Espantapájaros, porque aunque piensa que no tiene cerebro, es siempre al que se le ocurren las mejores ideas.
Lo mejor: el contexto histórico.
Lo peor: a veces se hace un poco pesado.
Te gustará si... creo a todo el mundo le gustaría.

Puntuación: 9

2 comentarios:

  1. Pues fíjate que no sabía lo que realmente se encontraba tras la historia jajaja. Qué curioso. Buena reseña señorita Inés, love yu <3

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  2. No tenía ni idea que la historia representara ese conflicto econónimo. Ahora lo miraré con otros ojos. Gracias por contárnosla, ha sido muy interesante.

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